miércoles, 29 de septiembre de 2010

Medio vacío, medio lleno.





Ella desayunaba
 o
El-la desayunaba


viernes, 10 de septiembre de 2010

bLAlada

Quería ser una balada.
Se largó embalada,
Y terminó animalada.



Si fuera una paloma
ese silencio zas al volar,
o un topo con sus canales ocultos,
tejiendo una estrategia submundana
y de repente (brrrum) como una magia,
sucumbiera tu montaña.

Un rayón en la pared (crayola roja)
y el halcón negro que lo dibuja,
una mancha imborrable e invasiva al toparse con ella,
elocuente y clara en el borroneo copioso de tu vereda.

O una planta, como un pulpo de mil cuerdas afinadas,
trepadora hasta esa luna platin(h)ada,
rascacielo mojado en llamas.

Melodía conocida
(y no menos verde y fresca y manzana mordida)
como el sonido agazapado
de un muerciélago a contrapelo, 
del radar.
 
Tus notas -viajantes- no erran de rumbo 
me pasean en un vuelo shhhh de paloma,
anti borran de túneles mi morada,
y ahí caigo y me escracho en el muro
-único cimiento en pie de esa ruina- 
y garabateado en rojo me mira un halcón
que a los ojos me silba y susurra,
a los ojos
(y ya no hay antes de esa mirada).

El radar perdió el norte, y no importa:
tampoco queda camino a casa,
ni casa.

lunes, 6 de septiembre de 2010

despojo en letras de esta empañada

Todo este ademán. Devenir sin pecas en la cara aunque muchos mocos. Apagame esa radio. Así como lo invisible tan evidente por contraste. Escribir algo concreto, ahora, en un ser sin concenso con cuarenta o mil o dos heterónimos como parásitos. Imposible. Dibujos. Canciones. Aromas. Letras. Más aromas. Líneas ajenas. Punta de una lana húmeda que quiero continuar tejiendo. Gran maraña. Red de enredo. Y me dan ganas ¿A quién? a mi, la sombra china que revolotea en la pared. Yo, este bastidor azul y sin puertas, y con ganas de ser mariposa. Mundo de palabras. Me empujan. Empujo. Todo mezclado. Todos mezclados. Caterva de niños y viejos aca dentro, queriendo ser. Sacar pa fuera como la primavera, para que adentro nazcan cosas nuevas. Pasame el pop, esta peli no me la pierdo ni loca. Sin meta, sin espera. ¡Qué la apagues, te digo! Si. También me parece que el tiempo ya no será un patrón sin empleados y nos dará fecha. Lo dejamos para otro día, mejor. Ese día.  Y a la mierda primavera.