Escribo para hablarte.
Será mi boca es más tímida que cinco dedos,
agitándose lapicera en mano sobre esta hoja
[como si ese]
trazo
dibujo
garabato
punto de contacto entre tinta y papel,
se tocara contigo.
Ambos modos son palabras
pero escribo...
¿No fue así como te conocí yo?
El dragón ya escupió las letras
los fonemas juegan la danza del sentido:
las palabras están echadas a suerte.
Y te las muestro
de la forma más cobarde, así
impertérritas, fijas, concretas, sosteniéndote la mirada.
Es que si la boca -valiente-
te habla
no se muestra sola
viene con gestos con ojos con dudas
que hablan más que ella misma.
<3
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