miércoles, 31 de agosto de 2011

miércoles, 24 de agosto de 2011

Hey, intervengan!



 Tengo una invitación para hacerles, a todes*
(leed con atención)



¿de qué viene?


Me imaginé un muro profundo en el agua, donde ya no llega el sonido. Y allí en el fondo empotrada, esa especie de pared con vivencias de todo tipo: 
letras, canciones, cortinas, besos, retretes y tratos, marcos sin dibujos, palabras dichas e ideas no manifestadas; mientras veo cayendo un zapatito a congregarse con el montón de chucherías. 
Ahí dejé de imaginar. Sé que en seguida hubiera visto muchos objetos e indecibles más. A cada rato, todo el tiempo, no paran de caer.


Entonces se me ocurrió algo, y me puse a buscar en
las hojas de un libro sabiendo qué lo podía explicar.
Voilà!:

“… el sombrero hongo era el cauce por el cual Sabina veía correr cada vez un río distinto, un río semántico distinto: un mismo objeto evocaba cada vez un significado diferente, pero, junto con ese significado, resonaban (como un eco, como una comitiva de ecos) todos los significados anteriores.”
/
(La Insoportable Levedad del Ser, p.94)




¿a qué vamos?


Les invitamos a elegir objetos, palabras, olores, anécdotas, o abstracciones varias. Es decir, cualquier cosa que les signifique una vivencia, y dejarlo/s, a partir del próximo LUNES 29 de agosto, en una caja denominada RETAZOS que estará en Bellas Artes (18 de julio al lado de la Biblioteca Nacional, Montevideo. La idea es tener más espacios donde dejar otras cajas, a fin de descentralizar la experiencia. Mientras es allí o también pueden escribirnos las.cuadradas@gmail.com y coordinamos encuentro. Les agradecemos que difundan e inviten a participar a quienes gusten).
Tengan en cuenta que lo que lleven no será devuelto.

Luego de esta primera etapa de "recolección", la experiencia devendrá en una o varias intervenciones urbanas, dependiendo de múltiples factores azarosos: la cantidad y clase de vivencias recolectadas, la interacción entre ellas y con nosotros (es la parte secreta, jeje). 
Déjennos su mail también si quieren que después nos comuniquemos para contarles cómo sigue.

Elegimos la intervención como medio, pues siendo un "accionar" (lo correcto sería 'intervenir', pero la redundancia) en el paisaje, posee la cualidad inherente de ser un cruce de "ríos semánticos" entre los objetos y los sujetos que los transitan.
Ese es el leit motive de la experiencia.
Súmense! A ver qué sale :)




(he aquí más 'retazos'... me colgué, sí)
(ya sé... son bien de nena. machotes, abstenerse)





     


o
  






* Ajá, todes: me cansé de escribir "todas y todos", usar sólo la O o la A me incomoda -la igualdad de géneros hace estragos- y cada vez que escribo "todos/as", esa barra me rompe los ojos. Las arrobas están fuera de concurso. Aberrantes. Así que, abreviando, empecé a poner una E -ni hablar de lo que se ahorra en telegramas- y felices.
Les invito a adoptarlo, mis amigues. ¡Qué de invitaciones hoy!



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lunes, 15 de agosto de 2011

(¿así también lo vería Pessoa?)

Nos encontramos en los descuentos.

Es una especie de calle con silencio de adoquines
empinada -o en bajada, dependiendo el Sur- humedad y dos faroles,
si esto fuera Lisboa.


.

viernes, 5 de agosto de 2011

como sandías en carreta


(aprovecho este espacio para saludar -anticipadamente- al tocayo de los Santos, 
 y volver a felicitarlo por el año orgásmico que está viviendo)
(para el resto, ¡salud! ...y amor y etcéteras :)




















alguien que quiero anda bajón, y sé cómo ayudarle
este mes cumplo años, y quiero tomarme esa excusa
/estos días vienen con un bienestar bastante general
la vida le sonríe a mucha gente
mucha gente le sonríe a a vida
(y cómo me pone de contenta sentirles lo contento)
/compramos pinturas y vamos a salir a pintar por ahí
sigo curiosa
casi
nada puede salir mal.

lunes, 1 de agosto de 2011

Cacofonía del pudor.



Hace tiempo quiero empezar a escribir, y por alguna razón u otra, al final no me aventuro. No soy escritor, bueno, ahora mismo sí lo estoy siendo (rehúso de esas categorías encasillantes de personas. Que alguien tenga cierto talento, una actividad predilecta o a la que le dedica más tiempo –pudiendo no ser su preferida, a cuántos les pasa- no es motivo suficiente para tal única categorización. O si debe usarse, en todo caso, se bien use: un escritor también es cocinero, si gusta cocinar o lo hace diariamente, aprendiz, basurero, electricista cuando se ocupa de tales tareas hogareñas, barbero, etcétera. Acá mi hipótesis).

Mi inexperiencia escribiente me deja un poco perplejo a la hora de arrancar las letras. Pensé que lo mejor sería comenzar contando mi nombre, datos que ubiquen al hipotético lector o lectora en alguna zona incipiente. Añadir algunos objetos, a fin que se le dibuje cierta imagen mental más detallada y los inmersa (pasaron a ser varios, qué popularidad) en un ambiente más amigable para el relato, de predisposición a.

Pues hoy me resbala todo eso. Debo pedirle perdón a esos preludios y a los distintas inspiraciones que en varios días surgieron para (no)escribir. 
Siendo definitivamente este el día D, le otorgo total prioridad al impulso de hoy, así no sea lo adecuado para inaugurar mi faceta escritoril, carezca de interés lectoral y no corresponda a mis anteriores ocurrencias en su anhelo de calidad literaria. (Si remonto alto desde el vamos, pasado el orgullo inicial, ¡qué presión a posteriori!) (Excusa barata. la verdad es que necesito escribirlo). 


Voy bastante seguido a visitar a una pareja de amigos (p.d.a.) que vive muy cerca. También hay bastante afinidad y confianza entre nosotros, lo cual hace natural ese ir y venir constante entre una y otra casa.
La semana pasada fui dos veces, y en la primera ocasión sucedió algo que considero extraño. Cuando pasé al baño, al levantar la tapa del water, enorme fue mi sorpresa al percibir bajo el agua amarronada un maraño de gran tamaño*. Ahí quietito, mansamente esperando a desintegrarse, o quién sabe qué cosa. Está bien, cualquiera puede olvidarse; yo mismo soy partidario de hacer menos uso del exceso de agua que libera la cisterna cada vez que se utiliza el inodoro. Exceptuando estos casos, claro. 
Bueno, vaya y pase.
Lo verdaderamente raro, es que en la segunda visita, con exacta similitud de los hechos, estos se repitieron. ¿Qué los llevo a optar por tal conducta? ya que habiendo reiteración, creo que se descarta la posibilidad del desliz. ¿Debo creer que lo han tomado como una nueva costumbre ecologista en extremo? ¿Qué será, sino? Siendo ellos gente pulcra... No entiendo. 

La duda queda. Y ya dice el refrán qué pasará sino la despejo. 
Para mi asombro, con esto develé que la sinceridad casi “honestidad brutal” que me caracteriza, tiene su talón de Aquiles cuando de caca se trata 
(hablar, porque escribir ya comprobé que no). 
Si mi estimada p.d.a. llegara a leer esto, ruego me respondan, y por escrito. Gracias.




* La rima fue azarosa. Desdeño de la métrica. (No así del sistemático uso de palabras como "escritoril" o "escribiente". Cuando no hay, hay qué inventar).